Mi servicio es exclusivamente profesional. Aun así algunas personas me preguntan acerca de la discreción y la privacidad.
En la sala de masaje usted no se va a encontrar con ninguna persona. Ni siquiera con otro cliente que esté saliendo cuando usted está entrando.
A los masajistas profesionales se nos pide no saludar a los clientes si los encontramos en un sitio público, salvo que sea el cliente el que inicie el saludo.